1.
Lenguas
La capacidad de hablar es una de
las facultades que nos diferencian de los demás animales. Hay mamíferos y aves que se comunican mediante un
"idioma" hecho con unos cuantos sonidos, pero el lenguaje humano es
mucho más rico y está altamente desarrollado. Una lengua es una forma de
organizar los sonidos para expresar ideas. El lenguaje humano se fue
desarrollando a lo largo de los siglos, y de ahí que se hablen tantos idiomas
en la actualidad. Los idiomas pueden agruparse en familias de origen común.En
el mundo hay unos cinco mil idiomas, subdivididos en muchísimos dialectos o
formas locales de los idiomas.
Lengua Española o Lengua
Castellana Lengua románica, derivada del latín, que pertenece a la subfamilia
itálica dentro del conjunto indoeuropeo; es el idioma de España y de las
naciones hispanoamericanas, excepto Brasil, Haití y la Guayana; cuenta con unos
cuatrocientos millones de hablantes.
¿Castellano o Español?
Esta lengua también se llama castellano, por ser el nombre de la comunidad lingüística que habló esta modalidad románica en tiempos medievales: Castilla. Existe alguna polémica en torno a la denominación del idioma; el término español es relativamente reciente y no es admitido por los muchos hablantes bilingües del Estado Español, pues entienden que español incluye los términos valenciano, gallego, catalán y vasco, idiomas a su vez de consideración oficial dentro del territorio de sus comunidades autónomas respectivas; son esos hablantes bilingües quienes proponen volver a la denominación más antigua que tuvo la lengua, castellano entendido como ‘lengua de Castilla’.
En los países hispanoamericanos
se ha conservado esta denominación y no plantean dificultad especial a la hora
de entender como sinónimos los términos castellano y español. Renunciar al término
español plantearía la dificultad de reconocer el carácter oficial de una lengua
que tan abierta ha sido para acoger en su seno influencias y tolerancias que
han contribuido a su condición. Por otro lado, tanto derecho tienen los
españoles a nombrar castellano a su lengua como los argentinos, venezolanos,
mexicanos, o panameños de calificarla como argentina, venezolana, mexicana o
panameña.
La base del idioma Español es el
latín vulgar, propagado en España desde fines del siglo III a. C., que se
impuso a las lenguas ibéricas y al vasco.
El latín, la lengua de Roma.
Los abundantes documentos que nos
quedan del latín provienen de los textos literarios. Pero si queremos conocer
los verdaderos orígenes de nuestra lengua, tenemos imaginar cómo hablaban los
hombres y mujeres del Imperio. Efectivamente, las lenguas romances no derivan
del latín escrito en la literatura, sino del latín hablado en las calles y en
las plazas. Y las diferencias entre una y otra variedad lingüística son
importantes. En el aspecto fónico, el latín literario diferenciaba diez vocales
(cinco largas y cinco breves) y esa longitud de la vocal podía modificar el
significado de una palabra. El latín oral reemplazó esa distinción por el
acento de intensidad, que persiste como rasgo distintivo de nuestra lengua. En
el plano morfológico, los sustantivos y los adjetivos se declinaban lo que significa
que adoptaban una terminación diferente según cual fuera la función que
desempeñaban en la oración.
Esta característica del latín
literario era reemplazada en el latín oral por un aumento en la cantidad de
preposiciones, tal como sucede en el castellano actual. En lo referente al
aspecto sintáctico, el latín literario empleaba con frecuencia el hipérbaton en
tanto que el latín oral ordenaba la oración con una regularidad casi constante
y similar a la de nuestra lengua. Una relación lógica por parte, si se tiene en
cuenta que una lengua evoluciona y se modifica con mayor dinamismo en su variante
oral que en la escrita.
Otro elemento conformador del
léxico en el español es el griego, puesto que en las costas mediterráneas hubo
una importante colonización griega desde el siglo VII a.C.; como, por otro
lado, esta lengua también influyó en el latín, voces helénicas han entrado en
el español en diferentes momentos históricos.
Antes de la llegada de los
romanos, la península ibérica estaba poblada por diversas comunidades. A ambos
lados de los Pirineos, se agrupaban diversos pueblos que poseían una lengua
común, la vascuence. En el sur los nativos establecían relaciones comerciales
con los fenicios.
Hacia el siglo VII a. C. Los celtas,
provenientes del sur de Alemania, invadieron la península y establecieron en
Galicia y Portugal. Fusionados con loa iberos formaron el grupo de los celtíberos.
Si bien cada una de estas comunidades poseían su propia lengua, es posible
suponer que se influían entre sí.
La
invasión Germánica
En el año 409 se produjo en España la invasión de pueblos provenientes del norte(los visigodos), entraron en la península por los Pirineos. No eran muy numerosos. Se instalaron principalmente en la meseta castellana. En un principio no se unían con los pobladores hispano - romanos, pero con el tiempo se fueron romanizando tanto los hispano-romanos como los visigodos, mantuvieron su lengua, aunque recibieron influencias que, en el caso del castellano, se advierten principalmente en el léxico.
La
influencia Vasca
Junto a estos elementos lingüísticos también hay que tener en cuenta al vasco, idioma cuyo origen se desconoce, aunque hay varias teorías al respecto. Algunos de sus hábitos articulatorios y ciertas particularidades gramaticales ejercieron poderosa influencia en la conformación del castellano por dos motivos: el condado de Castilla se fundó en un territorio de influencia vasca, entre Cantabria y el norte de León; junto a eso, las tierras que los castellanos iban ganando a los árabes se repoblaban con vascos, que, lógicamente, llevaron sus hábitos lingüísticos y, además, ocuparon puestos preeminentes en la corte castellana hasta el siglo XIV. Del substrato vasco proceden dos fenómenos fonéticos que serán característicos del castellano.
La otra herencia del vasco consiste en que ante la imposibilidad de pronunciar una f en posición inicial, las palabras latinas que empezaban por ese fonema lo sustituyeron en épocas tempranas por una aspiración, representada por una h en la escritura, que con el tiempo se perdió.
La
invasión de los árabes
En el año 711 se produjo la invasión árabe en España. Los musulmanes llevaron adelante la conquista con una fuerza inusitada. Así consiguieron abarcar toda la península, desde el sur hacia el norte.
La invasión árabe tenía un objetivo
religioso. Por este motivo la lucha entre el mundo hispano-románico y el árabe
se transformó en una lucha entre dos civilizaciones: la cristiana y la
musulmana. La prolongada permanencia de los árabes en España y el contacto
estrecho entre ambos pueblos generó una cultura nueva que abarcó no solo lo lingüístico,
sino también la literatura, la arquitectura, el
arte y las costumbres.
En lo referente a la lengua los mozárabes hablaban un romance arcaico con gran cantidad de arabismos. Algunos seguían profesando el cristianismo, pero solían escribir con caracteres árabes. En cuanto a literatura produjeron una composición poética de metro y lenguaje híbridos, el zéjel.
En lo referente a la lengua los mozárabes hablaban un romance arcaico con gran cantidad de arabismos. Algunos seguían profesando el cristianismo, pero solían escribir con caracteres árabes. En cuanto a literatura produjeron una composición poética de metro y lenguaje híbridos, el zéjel.
La convivencia entre ambas
culturas permitía reconocer dos Españas: la España musulmana, floreciente y
lujosa, y la España cristiana, empobrecida y asolada por las guerras. Sin
embargo la España cristiana valorizaba la cultura.
4. La Historia
del Castellano
En la formación del español cabe
distinguir tres grandes periodos: el medieval, también denominado del
castellano antiguo, fechado entre los siglos X al XV; el español moderno,
que evolucionó desde el siglo XVI a finales del XVII, y el contemporáneo,
desde la fundación de la Real Academia Española hasta nuestros días.
El
castellano medieval
El nombre de la lengua procede de la tierra de castillos que la configuró, Castilla, y antes del siglo X no puede hablarse de ella. Por entonces existían cuatro grandes dominios lingüísticos en la Península.
El castellano fue tan innovador
en la evolución del latín como lo fueron los habitantes de Castilla en lo
político. En el sur, bajo dominio árabe, hablaban mozárabe las comunidades
hispanas que vivían en este territorio y conservaron su lengua heredada de
épocas anteriores. La mantuvieron sin grandes alteraciones, bien por afirmación
cultural que marcara la diferencia con las comunidades judía y árabe, bien por
falta de contacto con las evoluciones que se estaban desarrollando en los
territorios cristianos. En esta lengua se escriben algunos de los primeros poemas
líricos romances: las jarchas, composiciones escritas en alfabeto árabe o
hebreo, pero que transcritas corresponden a una lengua arábigo-andaluza.
El primer paso para convertir el
castellano en la lengua oficial del reino de Castilla y León lo dio en el
siglo XIII Alfonso X, que mandó componer en romance, y no en latín,
las grandes obras históricas, astronómicas y legales. El castellano medieval
desarrolló una serie de fonemas que hoy han desaparecido. Desde el punto de
vista gramatical ya habían desaparecido las declinaciones del latín y eran las
preposiciones las que señalaban la función de las palabras en la oración. Los
adjetivos posesivos iban precedidos de artículo. El español del siglo XII
ya era la lengua de los documentos notariales y de la Biblia que mandó traducir
Alfonso X.
El
castellano moderno
La publicación de la primera gramática castellana de Elio Antonio de Nebrija en 1492, fecha del descubrimiento de América y de la toma de Granada por los Reyes Católicos, establece la fecha inicial de la segunda gran etapa de conformación y consolidación del idioma.
A esta época pertenecen el cambio de las consonantes que altera y consolida definitivamente el sistema fonológico del español. Desde el punto de vista del léxico adquirió una gran cantidad de neologismos, pues a estos momentos correspondió la expansión de Castilla y, por lo tanto, el contacto con otras culturas. Consiguió consolidarse como lengua dominante frente a otros dialectos peninsulares al llevarse a cabo la unidad política de Castilla y Aragón y ser el castellano la lengua de los documentos legales, de la política exterior y la que llegó a América de la mano de la gran empresa realizada por la Corona de Castilla, ya fijada en la gramática normativa de Nebrija.
En Francia, Italia e Inglaterra se
editaban gramáticas y diccionarios para aprender español, que fue la lengua
diplomática hasta la primera mitad del siglo XVIII. En esta etapa de la
lengua se llegó al esplendor literario que representan los autores del siglo de
oro. El léxico incorpora palabras originarias de tantas lenguas como contactos
políticos tenía el imperio. Del italiano entran en el español desde el
siglo XV al XVII los nombres de la métrica y preceptiva literaria.
Los americanismos, que comienzan
a entrar en el siglo XVI, ofrecen una lista referida a las realidades que
en Europa no se conocían y que son
españolismos tomados por las lenguas europeas que proceden del quechua y el
guaraní. Los términos más antiguos, proceden de los arawak.
El
español contemporáneo
En el año 1713 se fundó la Real Academia Española. Su primera tarea fue la de fijar el idioma y sancionar los cambios que de su idioma habían hecho los hablantes a lo largo de los siglos. En esta época se había terminado el cambio fonético y morfológico y el sistema verbal de tiempos simples y compuestos era el mismo que ha estado vigente hasta la primera mitad del siglo XX.
Los pronombres átonos ya no se
combinaban con las formas de participio y, gracias a la variación morfológica,
los elementos de la oración se pueden ordenar de formas muy diversas con una
gran variedad de los estilos literarios.
5. Los
Dialectos
Hasta la irrupción de la radio y
la televisión en la sociedad - en la segunda mitad de este siglo -, era
relativamente fácil diagnosticar por los hábitos fonéticos y la entonación la
pertenencia de un determinado hablante a su correspondiente área dialectal.
Hoy, aunque también se siguen dando estas diferencias, la imitación de la norma
que esos medios han ido creando entre
los hablantes, hace que la pertenencia a diferentes comunidades lingüísticas no
sea tan clara ni tan rotunda.
Del mapa lingüístico medieval
ibérico surgieron variedades lingüísticas que algunas se convirtieron en
lenguas y otras, con el paso del tiempo, se transformaron en dialectos de
alguna de ellas. Entre las variedades relacionadas con el español se
encuentran: el leonés, que se habló desde Asturias hasta las tierras de Cáceres
y que, ya a finales del siglo XV, había dejado su lugar de idioma en pugna
con el castellano para ocupar el puesto de mera variedad dialectal; el
aragonés, con una situación análoga al leonés, que se habló en el reino de
Aragón y cuyas fronteras naturales son los Pirineos por el norte, la cordillera
Ibérica por el oeste y los limites de Cataluña y Valencia por el este.
A partir del siglo XIV, como
consecuencia de la conquista de Andalucía por los castellanos, surgió el
andaluz, que integró algunos rasgos del mozárabe, como un auténtico dialecto
del castellano. El extremeño, que empezó siendo una variedad fronteriza del
leonés y el castellano se ha consolidado como uno de los pocos dialectos hoy
todavía identificables por sus aspiraciones implosivas y su peculiar léxico. El
riojano, que se habló en La Rioja, y que tan decisivamente influyó en el
castellano escrito de los primeros tiempos, era una variedad dialectal del
aragonés. Otro dialecto de fronterizo aún vigente lo representa el murciano, en
el que confluyeron el castellano, el aragonés y el valenciano, variedad
catalana. En las islas Canarias existe el canario, cuya entonación, léxico y
fonética influyeron en el español americano del istmo y norte de Sudamérica.
En el siglo XVI el castellano
sirvió de base para la creación de un sabir o lengua de intercambio en el
Mediterráneo. Un siglo después se configura otro sabir en el Caribe, que luego
se criolliza para dar paso al papiamento de Curaçao. Los jesuitas que entraron
en contacto con los indios guaraníes crearon otra lengua de intercambio
conocida como lengua general.
En cuanto al continente
americano, no han faltado autores que calificaban de dialectos a cada una de
las variedades lingüísticas que se han consolidado en los respectivos países. La
dialectología del español en América debe hacerse por cada país antes de que la
homogeneidad que imponen la radio, el cine y la televisión borren las fronteras
dialectales que aún existen.
Desde el punto de vista de la
clasificación de las lenguas, el español es una lengua flexiva, aunque en menor
medida de lo que fue el latín.
Morfología
y sintaxis
El nombre ya había perdido las
desinencias de caso en el latín tardío del siglo VI. En su lugar el español,
como las demás lenguas románicas mediterráneas, sustituyó por un procedimiento sintáctico
lo que fue en principio morfológico.
Una ordenación diferente y peculiar del sujeto está presente en las oraciones interrogativas del español que se habla en toda la zona de influencia del Caribe. Mientras que en las demás variedades del idioma el sujeto de una oración interrogativa va pospuesto al verbo de acuerdo con el esquema: pronombre interrogativo-verbo-sujeto, como ¿qué quieres tú?, en esa variedad el orden de la oración es: pronombre interrogativo-sujeto-verbo, como por ejemplo ¿qué tú quieres? No se trata, como algunos estudios señalaron, de ningún anglicismo sintáctico, sino de una evolución interna del idioma relacionada con otros hechos, como el cambio en la determinación y la pérdida de algunas desinencias verbales, consecuencia de la relajación de los fonemas finales y su consiguiente neutralización.
Una ordenación diferente y peculiar del sujeto está presente en las oraciones interrogativas del español que se habla en toda la zona de influencia del Caribe. Mientras que en las demás variedades del idioma el sujeto de una oración interrogativa va pospuesto al verbo de acuerdo con el esquema: pronombre interrogativo-verbo-sujeto, como ¿qué quieres tú?, en esa variedad el orden de la oración es: pronombre interrogativo-sujeto-verbo, como por ejemplo ¿qué tú quieres? No se trata, como algunos estudios señalaron, de ningún anglicismo sintáctico, sino de una evolución interna del idioma relacionada con otros hechos, como el cambio en la determinación y la pérdida de algunas desinencias verbales, consecuencia de la relajación de los fonemas finales y su consiguiente neutralización.
Los verbos redujeron a tres las
cuatro conjugaciones del latín. Posee desinencias para las personas, el número,
el tiempo, el modo y la voz. En el caso de la segunda persona, el español
canario, andaluz occidental y americano, salvo algunas zonas colombianas, ha
conservado las formas del siglo XVII y ha desarrollado una conjugación
para el singular basada en la concordancia originaria con vos, segunda persona
del plural; las formas correspondientes a tú se consideraron vulgares y hasta
humillantes, y por esa razón la persona de confianza reconocida como digna de respeto
fue tratada de vos; a su vez, las personas de menor confianza reciben el mismo
tratamiento que en la península; son usted y concuerdan con la tercera persona.
El cambio afecta por igual a la conjugación verbal y al paradigma de los
pronombres personales y se denomina voseo al cambio en el empleo de tú por vos,
tanto en el verbo como en los pronombres, así como en los posesivos que también
necesitan la concordancia de persona. Hoy se observa una tendencia a aceptar el
paradigma peninsular entre las clases urbanas y cultas, sobre todo las
argentinas.
La voz verbal
En el caso de la voz, las cosas no son tan claras como aparecen en algunos manuales. La voz activa emplea haber como verbo auxiliar para formar los tiempos compuestos.
En la voz pasiva todos los tiempos se forman con el auxiliar ser, también gramaticalizado, y no existen más desinencias de pasiva que las que comporta el auxiliar.
El verbo carece de desinencia de
aspecto, pero existe una serie de perífrasis con claro valor aspectual de acción
en desarrollo.
Otro hecho relacionado con el
cambiante paradigma de la voz es la conjugación pronominal, que empezó siendo
una conjugación reflexiva y que hoy ha adquirido valor de voz media, como nos
tomamos unos cafés. En esos casos el pronombre átono recibe el nombre de
anáfora. Este fenómeno no aparece tan extendido en el español americano.
El español también se caracteriza
por su constante empleo del pronombre se, y el uso vivo del subjuntivo. Entre
las características heredadas del latín debe destacarse la sintaxis y los procedimientos
sintácticos para matizar, calificar o convertir en nombres, y, por tanto,
sujetos, a oraciones completas.
El
español en el mundo
El español es, por número de hablantes, la tercera lengua del mundo. Pese a ser una lengua hablada en zonas tan distantes, existe una cierta uniformidad en el nivel culto del idioma que permite a las gentes de uno u otro lado del Atlántico entenderse con relativa facilidad. Las mayores diferencias son de carácter suprasegmental, es decir, la variada entonación, fruto al parecer de los diversos substratos lingüísticos que existen en los países de habla hispánica.
La ortografía y la norma
lingüística aseguran la uniformidad de la lengua; de ahí la colaboración entre
las diversas Academias de la Lengua para preservar la unidad, hecho al que
coadyuva la difusión de los productos literarios, científicos, pedagógicos,
cinematográficos, televisivos, ofimáticos, comunicadores e informáticos.
Desde España se ha elaborado el
primer método unitario de enseñanza del
idioma que difunde por el mundo el Instituto Cervantes. El trabajo coordinado
de las Academias ha cristalizado en la "Elaboración de la norma culta de
las grandes ciudades", que presta especial atención a la fonología y el léxico. Es el
segundo idioma hablado en Estados Unidos que cuenta con varias cadenas de radio
y televisión con emisiones totalmente en español; asimismo, y por razones
estrictamente económicas, es la lengua que más se estudia como idioma
extranjero en los países no hispánicos de América y Europa. Lejanos ya los
tiempos en que fue considerada la lengua diplomática, cuando fue sustituida por
el francés, hoy es lengua oficial de la ONU y sus organismos, de la Unión
Europea y otros organismos internacionales.
Ha sido incluido como idioma dentro de las
grandes autopistas internacionales de la información como Internet, lo que
asegura la constante traducción de las innovaciones informáticas, su difusión e
intercomunicación. Donde aparece más incierto el futuro del idioma es en el
continente africano, abandonado por razones políticas a la voluntad de sus
hablantes; no hay que olvidar que todavía sirve de lengua diplomática junto al
francés para el pueblo saharaui. No obstante, todo parece augurar que en el
próximo siglo será una de las lenguas de mayor difusión, y quién sabe si en
momentos de deseable mestizaje no dé lugar a una lengua intermedia que asegure
la comunicación con el continente americano en su conjunto.
El
Castellano en América
La colonización comenzó a fines
del siglo XV, cuando ya el castellano había adquirido sus caracteres
esenciales. Pero los hablantes que llegaron a América provenían de diferentes
regiones españolas y pertenecían a diversas condiciones sociales y culturales.
Esta variedad es una de las primeras razones por las cuales se reconocen
diferencias entre las variantes habladas en América y las que se registran en
España.
Cuando los conquistadores y los
misioneros llegaron a nuestro continente, encontraron una amplia variedad de
comunidades, cada una de las cuales poseía su propia lengua. El castellano se
impuso sobre las lenguas nativas. Los indígenas aprendieron la lengua de los
conquistadores y de los misioneros. En la mayoría de los casos hablaron el
castellano con modificaciones atribuibles a sus propios hábitos lingüísticos.
En otros casos conservaron su lengua con la incorporación de algunos
hispanismos. Si bien el castellano predominó sobre las lenguas nativas
americanas, éstas dejaron su influencia.
8. El
castellano actual
El castellano es la lengua
romance de mayor difusión en el mundo actual. Se habla en casi toda la
península ibérica, en el sudoeste de U.S.A., en todo México, en toda América
Central y América del Sur (a excepción de Brasil y Guayanas) y es la lengua de
un grupo minoritario de hablantes de Filipinas.
Esta vasta difusión geográfica
trae como consecuencia una gama importante de variantes dialectales. Esto hace
suponer que al cabo de los siglos e inevitablemente, el castellano debería
seguir el destino del latín: fraccionarse en distintas lenguas nacionales.
Aparentemente, la velocidad de los medios de comunicación y la amplia difusión
de la lengua escrita en la literatura y en los medios masivos, hacen que la
gran mayoría de los hispanohablantes maneje una variedad de lengua común, en la
que todos se entienden a pesar de las diferencias regionales. La escuela funciona
como un organismo unificador que tiende a que los hablantes se comuniquen con
un número cada vez mayor de hablantes de otras regiones. Entonces si bien somos
conscientes que la lengua evoluciona inevitablemente, también debemos creer en
la necesidad de mantener una unidad lingüística que permita la comunicación eficaz
y fluida entre la mayoría de los hispanohablantes.
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